La Magrana Vallesana, C/ Fontanella, 45 Granollers
Una cámara fija apunta a la geografía de una tierra parda, extensa, crepuscular, un paisaje quizá vacío, una solana aparentemente yerma pero donde el agua duerme en lo profundo. “Bienvenidos a los ocre…” que diría el poeta Gómez-Porro, bienvenidos con el hilo de un soplo primitivo y sonoro, bienvenidos a Amayuelas de Abajo, a un pueblo castellano al norte de Palencia, a un viaje, a “un lugar en el mundo”.
Con esta presentación onírica se inicia un relato sencillo, sobrio, bien estructurado y fluido, que muestra la apuesta vital de un grupo de personas por la recuperación de un pueblo deshabitado. Es a principios de los noventa cuando deciden poner rumbo a la tierra, a ese lugar, a lo que está siendo el centro de sus vidas. Desde sus orígenes, según los testimonios que arman la pleita del documental, la experiencia se plantea como un acto de rebelión y a la vez de revelación. Por un lado, hay una memoria atávica que les hace volver a sus orígenes familiares y que les va creando los lazos necesarios para emprender esta empresa: la lucha por la identidad, por un poner en pie las cosas del campo. Y por otro, hay un acto de autodescubrimiento, de búsqueda permanente de un modo de vida que se aleje lo más posible del gen capitalista que lo ha inundado todo: “la tierra no es un instrumento para especular con él, es un medio para vivir, para practicar una agricultura a pequeña escala… una agricultura que cumpla el papel social que siempre tuvo, el de hacer alimentos sanos y nutritivos para toda la humanidad”, así una voz lo afirma. |
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada